Lo sé desde hace tiempo. ¿A caso creías que ignoraba lo que pasaba en mi propia casa? Cómo puedes ser tan estúpido. Confieso que al principio no me lo esperaba pero al cabo del tiempo fue cobrando sentido, tu comportamiento, tus acciones, tus palabras… fueron todo lo que necesitaba para confirmarlo.
-Perdona por favor, yo nunca quise que todo esto acabara así…pero nadie elige el destino
Ah claro, ahora vienes con aires de perro lastimoso suplicando perdón. Me repugnas y ¿qué pretendes hacer? Espera no me lo digas… fingir que esto nunca ha ocurrido. Hecho está el daño y no puedes volver atrás. No fui yo quién cometió el error.
-Pero prometo cambiar de verdad, no me hagas esto, haré todo cuanto quieras, soy incapaz de alejarme…
Lo único que yo deseo es no volverte a ver jamás y castigarte por lo hecho. ¿Qué dirían los demás de su reina si dejara impugne a alguien como tú?
-Pero el castigo que tú propones es del todo desproporcionado comparado con el crimen cometido.
Con que así pues también crees que exagero ¿verdad?. No puedo creerlo, no sé como un insolente como té se atreve siquiera a dirigirme la palabra, debería azotarte o matarte por esto.
-Aún así sabe que no podrá evitar lo que sentimos, por mucho que me castigue me mandé lejos o me mates yo seguiré estando con ella y aunque no sea en cuerpo en alma, porque ni usted ni nadie le puede poner barreras al amor.
¡¡Calla insolente!! Vamos azotadle, su lengua está demasiado suelta.¡¡Basta, he dicho basta, parad!! ¿Aún sigues con la idea de quedarte aquí?
-Por mucho daño que me cause en el cuerpo mi felicidad perdurará por saber que la princesa lleva en sus entrañas a un hijo procreado dentro del amor y la ternura. Y eso nadie me lo podrá arrebatar. Si yo muero, habrá un descendiente mío que año a año crecerá y les recordará que una parte de mi pervive en los presentes.
¿Un vulgar campesino enamorado de mi hija la princesa que porta un niño en su vientre?¿ De verdad crees que algún día te aceptaré? No seas iluso, tanto tú como yo sabemos que ella merece algo mejor, y si acosta de su felicidad se lo puede dar así será. Porque no te olvides vulgar esclavo de a quién te estás dirigiendo, que este reino es mío y mis palabras son orden para todos.
-Haga lo que le venga en gana, mátame si así lo desea, tortúreme, incluso mándeme lejos de aquí, pero como ya le he dicho me mantengo firme en mi decisión. Y si usted me deja vivir no dude en que me iré con la princesa, porque yo no soy una madre egocéntrica y amargada que pretende tener a su hija encerrada en un castillo rodeada de riquezas y lujos pero privándola de lo más importante, el amor.
Así que esas son tus palabras, está bien, no me dejas otro remedio ¡¡¡MATADLE!!!
-Noooo, mamá por favor no lo hagas, por favor….no lo puedo evitar me he enamorado de él, no te cobres su vida sino la mía.
Pero ¿qué estás diciendo hija? vete a tu aposento, en tus condiciones deberías descansar.
-¿Crees de verdad que me puedo acostar en la cama sabiendo que vas a matar a aquel que le da un soplo de felicidad a mi vida? No me conoces, le quiero, no lo puedo evitar.
Deja de decir tonterías y retírate.
-Está bien si tú no te retractas en tu decisión yo juro que con este cuchillo me quito la vida, imagina el escándalo, la hija de la reina suicidada por amar a un campesino.
-No lo hagas Dafne, te lo pido por favor, te quiero y eso no me lo podrá quitar nadie, debes vivir por ti y por el niño, ignora a tu madre y en cuanto puedas huye para vivir en paz con nuestro precioso bebé que está en camino.
Hija no le hagas caso a esta campesino, sabes que yo te quiero mucho y solo deseo lo mejor para ti y para bueno…ese niño, quédate conmigo.
-¿Mamá como puede decir que deseas lo mejor para mi si tan siquiera me dejas amar libremente a quien quiero?
Verás una reina tiene que ser dura, honesta y justa con su familia. A veces mis decisiones no se corresponden con mis deseos pero es como debe hacerse y ya está. No puedo dar cualquier imagen al pueblo.
-Tú y lo que puedan pensar los demás. Creo que solo te amas a ti misma, porque te has vuelto fría como el hielo, ya no te quiere nadie, no se escuchan tus latidos al caminar, incluso hay quien te llama la Reina Fría.
Te he dicho muy claramente que es lo que quiero para ti, como me llamen los demás ni me va ni viene. Tú decides, pueden haber tres muertes o solo una.
-Dafne por favor deja que muera yo.
-No me pidas eso o se me partirá el corazón.
-Sé fuerte por nuestro hijo, te amo, te quiero, te adoro… y tanto aquí como en otra vida seguirá siendo así.
-Está bien si es su voluntad quitarle la vida al único hombre que amaré por siempre.
Buena decisión hija, tu no mereces morir y él es un insolente
-Déjame en paz, no quiero saber nada más de ti, me voy porque todo lo que se aproxima a ti acaba por morir, no me detengas te lo ruego.
De acuerdo¡¡¡¡¡ Proceder a su ejecución!!!!!
-Te amo Dafne….
Ese hombre tenía coraje al menos ha sido una muerte limpia y rápida. Ahora sólo quedamos mi reino y yo. A veces la gente ignora las cosas a las que me veo obligada a proceder, pero el deber es el deber y se antepone a cada clase de sentimiento. La Reina Fría dicen, quizás sí, puede que sea así, pero manteniendo mi corazón congelado y guardado no me arriesgo a que nadie lo rompa o juegue con él.
